Nuevamente un empujón desproporcionado de la foule me hace entrar de forma irreflexiva en el Tren Línea Roca, destino Constitución, desesperados en su mayoría por conseguir un lugar para viajar sentados y cómodos, esta masa humana sigue comportándose con actitudes soeces y salvajes, a esta altura no es algo que me preocupe ya, pero me irrita tener que ceder la virtualidad de mi cuerpo a otros ajeno, ¡Qué hastío! Viajar parado tiene la ventaja de poder sentir la firmeza de creer que tengo los pies sobre la tierra, bueno, sobre algo sólido en movimiento que me traslada de un punto a otro, pero se entiende que no estoy elevado en puras quimeras, el encanto de ver imágenes de corrido por la ventana como si fueran pájaros arrastrados por fuertes vendavales, me trasladan de forma contraria hacia donde se dirige este viaje, a lo que aún siento que estoy enlazado, me siento cruzado, me refleja inestabilidad, no puedo detenerme a observar un solo movim...