Equilibro
Ábreme las piernas de tu corazón, querida.
Buscas y no encuentras.
Y cuando crees que encuentras, no es lo que
buscas.
¡Qué bonito vacío existencial! ¿Me lo prestas?
Siento que sólo nos mantiene vivo el difuso
sentimiento de la esperanza.
Una nube, una quimera. Una mentira dulce que
nos permite seguir tirando.
Una sensación temblorosa y frágil, como la
llama de una vela,
siempre en riesgo de apagarse ante un
ventarrón.
Aldo Marcelo Luna

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